Explora tu cuerpo

EXPLORA TU CUERPO

 

Para acercarnos a este trabajo tendremos que dejar atrás el concepto tradicional que entendemos por masaje y comenzar algo que, aún hoy en día, resulta difícil imaginar: la exploración a través del cuerpo, algo más sonado en su equivalente inglés bodywork.

Este trabajo corporal nace en la década de los ’70 en Esalen (California) dentro de lo que se conoce como el movimiento del potencial humano. Allí convergirán psicólogos, filósofos, artistas y pensadores religiosos en la búsqueda de la investigación de otras maneras de sanar la psiquiatría del momento. El masaje pasará a formar parte como una herramienta de exploración, desde un primer momento enfocado en la autoconsciencia e irán probando diferentes técnicas, construyendo lo que será un collage con lo mejor de cada una, resaltando que no importa cuán buena es la técnica si no hay calidad de contacto.

 

“Permita que cada movimiento sea un acto consciente de atención y cuidado” (Esalen Institute)

 

En el camino se introducirán la anatomía y la fisiología de la respiración -conocimientos necesarios para trabajar a un nivel corporal más profundo- la liberación a través del movimiento pasivo, así como otras técnicas y personas quizás más conocidas hoy en día que dejaron su huella: Feldenkrais, Gabrielle Roth (Danza de los Cinco Ritmos) o Fritz Pearls (Gestalt) entre muchos otros.

La base será empezar porque la persona se sienta cómoda y segura, estableciendo confianza a través del contacto en una invitación a abrir, a entrar en esos espacios del cuerpo que se han ido cerrando ante tanta tensión, ante tanto estrés o ante tanto dolor. Estas experiencias, que todos tenemos, hace que el cuerpo se cierre, protegiéndose bajo la rigidez deja aparentemente de ser vulnerable.

Con el acompañamiento del masajista que irá contactando con esas zonas que se encuentran de alguna forma limitadas a la vez que las integra en la totalidad del cuerpo en una ola que envuelve y da reposo, la persona podrá ir descubriéndose en sus sensaciones, en sus reacciones y en su participación: colaborando en mover la energía del cuerpo respirando nos hacemos responsables de nosotros mismos.

A través de este masaje podemos comenzar el proceso inverso, como el pelar capas de una cebolla, de lo más superficial a lo más interno iremos despojándonos de nuestros condicionamientos a medida que tomamos consciencia de ellos y desarmamos esas estructuras.

Capa de tensión más a flor de piel, capa de cansancio, descubrir quizá una actitud de control que no somos capaces de abandonar, un estado de contención que no sabemos liberar, aprender a rendirnos pudiendo atravesar aquello que asusta descubriendo que el miedo se disipa en ese preciso momento. En definitiva aprender a soltar; algo que no nos han enseñando.

Este es un viaje personal de autodescubrimiento, una propuesta a través del cuerpo, porque el cuerpo es nuestro reflejo más sincero.

ARTÍCULO ESCRITO POR MARÍA LUCAS PARA LA REVISTA VERDEMENTE, MAYO 2016