¿Sensitivo – Antiestrés – Relajante?
Estos adjetivos son algunos de los más usados cuando se trata de acompañar a la palabra masaje en una experiencia que parece no tener un objetivo terapéutico claramente definido.
Ya sea por mal usados o por vagamente entendidos, en verdad esta combinación de palabras lo que pretende evocar es aquella influencia positiva que posee el tacto sobre la salud de un organismo.
Esta área cada vez más investigada merece también ser divulgada a nivel popular, devolviéndole el lugar valioso que ocupa.
Comencemos por definir el estrés, según la RAE es: la tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves. – Resultaría interesante añadir la distinción que existe entre el estrés “beneficioso” y el estrés “nocivo” también denominado distrés -.
En cualquier caso, el estrés nos habla de la capacidad de adaptación que posee un organismo ante la dinámica que se le presenta, ya sea como base en su vida cotidiana o ante un acontecimiento puntual. El estrés nocivo, como vemos, conlleva una repercusión negativa en una combinación compleja de niveles -físico, mental, emocional-.
Esta repercusión ha sido -y es- objeto de numerosos estudios, gracias a los cuales se ha evidenciado su influencia en la conducta, en la competecia inmunológica así como también su visible efecto sobre la piel.
Esta relación, piel – sistema nervioso, la reconocemos actualmente con aceptación en la aparición por ejemplo de urticaria, psoriasis u determinados trastornos psicosomáticos. Lo que por reciente resulta más revelador es la repercusión que puede tener el órgano de la piel –a través del tacto como su sentido asociado- sobre el Sistema Nervioso.
Como señala Ashley Montagu en su libro: El tacto, la importancia de la piel en las relaciones humanas
<< El Sistema Nervioso Central, cuya principal función es mantener al organismo informado de lo que sucede en el exterior, se desarrolla como parte interna de la superficie general del cuerpo embrionario. (…) Por consiguiente, el S.N. es una parte oculta de la piel, o bien ésta puede contemplarse como la parte expuesta del sistema nervioso.
Nuestra comprensión del tema mejoraría, por tanto, si consideráramos la piel y hablásemos de la piel como el sistema nervioso externo, un sistema que, desde su primera diferenciación, mantiene una íntima asociación con el sistema nervioso interno o central. >>
Concluyo con que el propósito de estos masajes antiestrés / sensitivos/ relajantes entre los cuales destaca el Masaje Californiano – Esalen es el de aliviar las consecuencias físicas y emocionales que genera el estrés, proporcionando mediante el tacto la sensación de integridad, seguridad y aceptación; favoreciendo así la liberación de esas tensiones.
ARTÍCULO ESCRITO POR MARÍA LUCAS PARA LA REVISTA VERDEMENTE, FEB'17